El registro fotográfico de este mural se llevó a cabo con una montura robótica e iluminación controlada. Los objetivos fueron: reducir la distorsión y reproducir fielmente los colores para alcanzar una imagen de alta calidad, en la que los más mínimos detalles sean reconocibles y así facilitar el análisis por parte de los especialistas. En el trabajo de postproducción se realizó el ensamble digital de 234 fotografías que dio como resultado un archivo de 7.65 Gb con la posibilidad de imprimir al tamaño de la pintura original (3.80 x 3.52 m).
Considerando que el proyecto LPMPEM realizó las primeras fotografías (analógicas) de la zona arqueológica de Teotihuacán hace más de dos décadas y que el Tlalocan es uno de los murales más representativos de esta ciudad mesoamericana, el registro digital del 2016 toma singular importancia y vigencia para la conservación del patrimonio pictórico de México.
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