Noticia del INAH sobre revelaciones en la pintura mural de Bonampak


 

Recientemente, el Instituto Nacional de Antropología e Historia publicó una nota sobre los trabajos de limpieza que se realizaron en los murales de Bonampak y la revelación de dos nuevos elementos.

Anexo la nota publicada por el INAH:
 
MURALES DE BONAMPAK REVELAN NUEVAS IMÁGENES
 
*** Restauradores del INAH descubrieron dos nuevos elementos en el conjunto pictórico, así como otro del que ya se tenía conocimiento, durante trabajos de conservación de esa obra

*** Los pormenores del hallazgo son dados a conocer en el más reciente número de la revista semestral Intervención, editada por la ENCRyM

 

A más de 50 años del descubrimiento de los murales mayas de Bonampak, en Chiapas, aún no se ha conocido todo su potencial informativo y estético; prueba de ello es el hallazgo de un par de elementos pictóricos desconocidos, y la apreciación de otro ya registrado pero ocultos al público, durante los más recientes trabajos de restauración efectuados por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).

 

Se trata de dos pequeños elementos pictóricos detectados en las pinturas murales del Edificio 1 o Templo de las Pinturas de esa zona arqueológica, que no estaban en los registros; uno de ellos fue detectado en el muro este, y el otro en el muro noroeste de la bóveda del Cuarto 3 de ese conjunto, y que permitirán una nueva lectura de la obra pictórica.

 

Asimismo, en el muro oeste se redescubrió la imagen de un personaje, que en décadas anteriores ya se había registrado gráficamente, pero que no se apreciaba porque estaba cubierto por concreciones de sales.
De este descubrimiento da cuenta el nuevo número de la publicación semestral Intervención, Revista Internacional de Conservación, Restauración y Museología, editada por el INAH, en la que se abordan las acciones emprendidas para la preservación de este conjunto pictórico de la época prehispánica, el cual sigue ofreciendo nuevas lecturas.

 

Los especialistas Haydée Orea Magaña, Gilberto Buitrago Sandoval y Olga Lucía González Correa dan cuenta de los últimos trabajos realizados en el Templo de las Pinturas de la Zona Arqueológica de Bonampak, ubicada en la selva Lacandona, municipio de Ocosingo, y descubierta en 1946.

 

El primero de los dos diseños pictóricos descubiertos, es la imagen de una “cabeza frontal y descendente, de rasgos fantásticos”, mientras que el segundo es un “personaje antropomorfo que emerge de las fauces abiertas de una cabeza de serpiente”, los cuales podrían tratarse de un K’inich Ahau (señor del Sol) y una deidad N, respectivamente.
Al par de elementos pictóricos se suma el llamado Personaje 29 —de acuerdo a la nomenclatura usada en el registro—, que no se apreciaba porque estaba cubierto por sales, y refiere al rostro de perfil de uno de los 38 individuos que se observan en la parte media del panel.

 

En dicha publicación de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) “Manuel del Castillo Negrete”, los especialistas destacan que “el descubrimiento de estos pequeños elementos constituye un aporte de la restauración al conocimiento de la obra pictórica, en tanto que establece nuevos datos que deberán incorporarse al estudio iconográfico de los murales de Bonampak. Para ello, es fundamental la mirada inteligente del restaurador y su mano sensible en la intervención de las pinturas, a fin de que puedan apreciarse en todo su esplendor”.
Los restauradores del INAH añaden que estos murales son, quizá, la más importante expresión mural maya encontrada hasta el momento, no sólo por sus dimensiones, sino por su excelsa calidad técnica y porque constituye una importante fuente de conocimiento de esta ancestral cultura.

 

“Las pinturas de Bonampak tienen buen estado de conservación, gracias a las intervenciones que se han hecho a lo largo del tiempo desde que se dieron a conocer a la luz pública a mediados del siglo XX. Mediante estas tareas de restauración se han eliminado gran parte de los velos blanquecinos que las cubrían, permitiendo ofrecer una lectura coherente de las imágenes, en las que se advierte una diversidad de tonos: rojos, azules, ocres, negros, cafés, verdes y amarillos”.

 

Los expertos señalan que la restauración de estas pinturas todavía tiene un largo y minucioso camino por recorrer y, en consecuencia, “los murales todavía tienen mucho por decir”.